
El Futuro del Comercio Internacional: Entre el Reacomodo Global y la Nueva Oportunidad Mexicana.
En un entorno marcado por tensiones geopolíticas, cadenas de suministro fragmentadas y una acelerada transformación tecnológica, el comercio internacional entra en una nueva etapa. Lejos de estabilizarse tras la pandemia, el sistema global enfrenta un reacomodo estructural donde los negocios internacionales deberán adaptarse a una lógica distinta: más regionalizada, menos dependiente de grandes potencias, y profundamente influida por decisiones políticas.
México y su nuevo rol en el comercio exterior
Para México, este nuevo escenario representa tanto un reto como una ventana estratégica. El nearshoring ha colocado al país en una posición privilegiada para insertarse de forma activa en las cadenas de suministro norteamericanas, aprovechando la cercanía geográfica con EE.UU., el marco del T-MEC y la creciente necesidad de las empresas de reducir riesgos logísticos.
Sin embargo, este potencial solo podrá materializarse si el país consolida un entorno de negocios competitivo: infraestructura logística eficiente, estabilidad regulatoria, seguridad jurídica y desarrollo tecnológico son esenciales. México ya no puede competir solo por costos; debe hacerlo por capacidades.
El regreso del proteccionismo: Trump y los aranceles como herramienta política
La reciente propuesta del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump — de imponer aranceles automáticos del 10% a todas las importaciones de cualquier país de manera general y ensañandose con acero y aluminio, autos y autopartes, habla de un desequilibrio comercial, que no se apega a los Tratados Comerciales vigentes, marcan un posible retorno al proteccionismo más agresivo. Esto no solo podría alterar las reglas del T-MEC, sino también reconfigurar los flujos de inversión y producción hacia nuevos destinos. Remarcando que la renegociación del TMEC, esta inmediato y en medio de una turbulencia politica entre México y USA.
Más allá del impacto económico inmediato, estas medidas muestran que el comercio internacional ya no se rige exclusivamente por la lógica económica, sino también por agendas internas de poder, identidad nacional y control tecnológico. En este entorno, la previsibilidad legal disminuye, y las empresas deben prepararse para operar en un marco más incierto y fragmentado.
Reacomodo geocomercial: bloques en formación
Estamos presenciando una transición del multilateralismo clásico hacia un mundo de bloques comerciales en competencia: EE.UU. y sus aliados en el Indo-Pacífico, la esfera china con su Iniciativa de la Franja y la Ruta, y actores emergentes como India, Brasil o el Sudeste Asiático. La diplomacia económica y la inteligencia comercial serán activos clave para navegar en este nuevo mapa, donde la alineación geoestratégica pesará tanto como la ventaja comparativa.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Las organizaciones mexicanas e internacionales deben pasar de una lógica reactiva a una estratégica. Esto implica:
- Diversificar mercados y proveedores con criterios geopolíticos.
- Fortalecer capacidades logísticas y tecnológicas propias.
- Invertir en análisis de riesgos comerciales con enfoque político.
- Apostar por la regionalización inteligente, sin caer en el aislacionismo.
- Apotar claramente por tecnología en t{erminos de competitividad internacional.
En este nuevo orden geoeconómico, adaptarse no será suficiente: habrá que anticiparse. Y en ese desafío, México puede ser más que un actor reactivo: puede convertirse en un articulador clave de los negocios internacionales del futuro.
En Interglobal estamos listos para estos desafios y buscamos ser un aliado estratégico que los apoye en su competitvidad global de México y America Latina. Sin duda hoy tenemos nuevas oportunidades, contactanos.